La séptima edición del Festival Internacional de Percusión Ritmos Handmade volvió a transformar el Lago Martiánez de Puerto de la Cruz en un epicentro de creatividad, aprendizaje y diversidad sonora. Entre el 14 y el 17 de noviembre de 2024, artistas de distintas latitudes compartieron su visión de la percusión como lenguaje universal, conectando tradición, innovación y emoción.

El festival abrió con el percusionista, compositor y profesor Alejandro Coello, figura canaria afincada en Alemania, que ofreció una jornada dedicada a la percusión clásica y contemporánea. Su masterclass y concierto recorrieron obras originales que revelaron su versatilidad interpretativa y compositiva, en un programa que integró al alumnado del Ensemble de Percusión de la Academia CajaCanarias de La Palma y de la Escuela Municipal de Música de Puerto de la Cruz, reafirmando el compromiso del festival con la formación de nuevas generaciones.

El viernes estuvo marcado por el pulso cálido del Latin Jazz de Sebastián Laverde, vibrafonista y productor colombiano formado en Berklee College of Music. Su masterclass y concierto, junto a un sólido grupo de músicos, invitaron a explorar los ritmos y colores de la música latinoamericana contemporánea, fusionando la técnica del jazz con la raíz de la percusión popular.

El sábado tomó protagonismo la percusión étnica con la argentina Gala Celia, quien unió danza, improvisación y tradición afro-latinoamericana en una exquisita puesta en escena. Su concierto, acompañado de destacados instrumentistas canarios, celebró la conexión entre cuerpo, ritmo y territorio.

Ese mismo día, la compositora y pianista tinerfeña Cecilia Díaz Pestano ofreció una conferencia que profundizó en el proceso creativo de su obra Después del mar, acercando al público al universo compositivo contemporáneo y al papel expresivo de la percusión en la música actual.

El domingo culminó con la energía de la baterista francesa Camille Bigeault, referente de la percusión moderna y autora del libro The Polyrhythm Odyssey. Su taller participativo y el espectáculo de clausura, en el que compartió escenario con músicos de Canarias y artistas invitados de la edición, ofrecieron una experiencia inolvidable donde los polirritmos y la creatividad colectiva se fusionaron frente al mar.

Paralelamente, el festival desarrolló su programa de mediación artística, dirigido a alumnado de distintos institutos de Tenerife. Bajo la guía de Carlos Castañeda y Carlos Costa, estos talleres introdujeron a los jóvenes en la percusión canaria y brasileña, fomentando la participación, el aprendizaje activo y la exploración del ritmo como herramienta de expresión y convivencia.

La séptima edición de Ritmos Handmade reafirmó el espíritu del festival como un punto de encuentro entre culturas, generaciones y sensibilidades, donde el ritmo continúa siendo una forma de diálogo y creación compartida.